jueves, 9 de diciembre de 2010

Las Cenicientas que nunca nos contaron

Todo el mundo conoce la historia de Cenicienta. Nos la han contado de pequeños antes de ir a dormir o la hemos visto por la tele en la versión animada de Walt Disney. Pero la historia de la niña maltratada por su madrastra y hermanastras que se cría entre cenizas es uno de los cuentos de tradición oral más antiguos y más versionados y, sin embargo, la versión que conocemos data apenas del siglo XVII.   

Vayamos por partes: la versión actual pertenece a Charles Perrault, burgués nacido en Francia en 1628. Su posición acomodada le permitió toda una vida de funcionario y dedicada al estudio. Pero vivió una época convulsa bajo el absolutismo de Luis XIV. Por lo que, para dar esperanzas a la gente en un futuro mejor y más justo, alteró las versiones orales tradicionales que recogía de los cuentos; obviando los elementos desagradables, violentos o políticamente incorrectos y añadiendo detalles que permitían (estamos en una época racionalista, de profundo humanismo recogido y rejuvenecido del Renacimiento) extraer una conclusión moral de sus cuentos, a lo que el mismo autor contribuía añadiendo una moraleja al final de sus historias.

Así pues, los dos rasgos más destacables de la versión que conocemos son la aparición de un hada madrina (lo que Perrault aplica desde otras versiones más lejanas, aunque no era la opción más común) y el material del que está hecho el famoso zapatito: cristal (algunas versiones danesas hablan de zapatitos de diamante, pero no es el material habitual del resto de las versiones).

El primer elemento está claramente en consonancia con la moraleja que pretende sea extraíble de su Cendrillon ou la petite pantoufle de verre (Cenicienta o El zapatito de vidrio):

C'est sans doute un grand avantage,
D'avoir de l'esprit, du courage,
De la naissance, du bon sens,
Et d'autres semblables talents
Qu'on reçoit du Ciel en partage ;
Mais vous aurez beau les avoir,
Pour votre avancement ce seront choses vaines,
Si vous n'avez, pour les faire valoir,
Ou des parrains, ou des marraines

Es sin duda una gran ventaja,
Tener el espíritu, el valor,
Del nacimiento el sentido común,
Y otros talentos parecidos
Que del cielo se han recibido en reparto;
Pero aunque tendrá a bien tenerlos,
Para vuestro ascenso serán
cosas vanales,
Si no tiene, para hacerlas valer,
O bien padrinos, o bien madrinas


En cuanto al cristal del que está hecho el zapatito, tiene un doble significado: debido a su propiedad aislante se considera símbolo de pureza. También simboliza el cambio de estado (en el caso que nos ocupa, el cambio de Cenicienta de niña a mujer).
Sin tanto simbolismo, en la elección del cristal se ha señalado como posible causa el hecho de que sus dimensiones no sean alterables (en otras versiones los zapatos son de piel o de raso) y que su transparencia no permita intentos de ardides que alteren la búsqueda de la dueña del zapato, como sí sucede en otras versiones del cuento.



Una vez está claro que la versión que conocemos no es la más fiel a las recogidas por la tradición oral, sino que tiene fines moralizadores, pasaremos a la versión del cuento escrita por los hermanos Grimm.

La Aschenputtel (Cenicienta, en alemán) de los hermanos Grimm es incluso posterior, del siglo XIX (1812), sin embargo, en cuanto a su contenido, se acerca más a la versión primitiva que la de Perrault.
En esta versión no hay hada madrina, sino una rama de avellano que el padre de Achenputtel le trae a su regreso de un viaje (la primera rama que tocó su sombrero) y que la niña planta sobre la tumba de su madre. regada con sus lágrimas, la rama se convierte en un hermoso árbol que proveerá a la muchacha de vestidos, zapatos, joyas y todo cuanto desea. Los zapatos son de oro en esta versión. Alejados de simbolismos, sólo se pretende resaltar la riqueza del objeto de vestir.
En este cuento, por tanto, no se elimina la parte violenta ni los ardides de las hermanastras para ser ellas las desposadas del príncipe. Así pues, la primera de ellas se corta el dedo gordo por consejo de su madre, para tratar de meterlo en su zapato y la segunda un pedacito de talón, pero en ambos casos un pájaro advierte al príncipe de la mentira.
Aschenputtel se casa con el príncipe y el día de la boda, dos palomas dejan ciegas a las hermanastras picándoles en los ojos.

El afán moralizante no está en la forma, sino en el fondo, pues ambas hermanas reciben su castigo, ciegas y con los pies mutilados. De un modo u otro, el lector advierte el triunfo del bien sobre el mal. 



Anterior a esta versión, e incluso a la de Perrault, pues se trata de la primera versión europea, encontramos La gatta Cennerentola, de Giambattista Basile (1634), cuento incluido en el Peníamerone, o Pentamerón (porque estaba escrito al modo del Decamerón, de Boccaccio), en la que hay un hada que sale de un palmera mágica y el material de los zapatos no está especificado.
A diferencia de otras versiones, sí conocemos el nombre original de la protagonista: Zezolla, a la que se empieza a llamar "gatta Cennerentola" porque duerme sobre la ceniza, junto con una gallina y un gato

No hay palomas emisarias de la justicia divina, pero Zezolla sí le pide a su padre que la encomiende a la Virgen y las palomas cuando le pide que le traiga una rama de árbol (la palmera, en este caso).
La imagen de las palomas es importante porque éstas eran tradicionales acompañantes de Afrodita en la mitología griega, y por eso sólo las encontramos en las versiones europeas (la cultura y mitología grecolatinas son la base fundamental de toda la cultura occidental).

El cuento le fue relatado a Basile por las mujeres de Nápoles, por ello no se ha alterado en lo más mínimo su esencia violenta: encontramos en él a una madrastra que maltrata a Zezolla y a una institutriz a la que la niña se encomienda. Esta institutriz instará a Zezolla para que mate a su madrastra, dejando caer sobre ella una tapa de baúl cuando vaya a buscar la ropa y rompiéndole el cuello. Pero una vez muerta la primera mujer, el padre se casa con la institutriz, y ésta resulta ser peor que la primera mujer. Además confiesa tener seis hijas de un matrimonio anterior que por supuesto se encargan de maltratar y hacer imposible la vida de Zezolla.

Ésta se encomienda al hada de la palmera, para que la ayude a ir al baile:

My little Date-tree, my golden tree,
With a golden hoe I have hoed thee,
With a golden can I have watered thee,
With a silken cloth I have wiped thee dry,
Now strip thee and dress me speedily

Mi pequeña palmera, mi árbol de oro,
Con una azada dorada te he cavado,
Con una regadera dorada te he regado
Con un pañuelo de seda te he secado,
Ahora agita tus hojas y vísteme rápidamente

La palmera, desde el antiguo Egipto, es símbolo de resurrección, perduración y renacimiento y se refiere tanto, a la resurrección de la verdadera madre de Zezolla en forma de espíritu o hada, como a la perduración de la chiquilla en sobreponerse a todas sus desgracias para llegar a ser reina.
El resto es similar, el rey encuentra a Zezolla y a ésta le viene la zapatilla, por lo que la convierte en su reina, a pesar de haber matado a la primera madrastra. No hay castigo para la segunda madrastra y sus hijas, lo que hace que sea un cuento sin afán moralizante, narrado sólo como distracción.

 Y finalmente llegamos a la que hemos considerado la más antigua, la fuente de todas las versiones posteriores (hay incluso versiones egipcias anteriores, pero no están en el germen del cuento que ha llegado hasta nuestros días). En todas las versiones de las que hemos hablado, la alemana, la italiana e incluso la de Perrault hay una constante: al objeto que pierde Cenicienta se le llama zapatilla o zapatito, pero raramente zapato. Esto se debe a que el zapato en realidad era pequeñito (de ahí que no le cupiese a nadie en el reino excepto a ella).

Llegados a este punto, ya sabréis a dónde quiero llegar... ¿Cuál es la cultura que tiene como símbolo erótico un pie muy pequeño?
Exacto. La primera Cenicienta era china.
Se llamaba Yeh-hsien "pies de loto" y su historia, que data de 630-650, nos llega gracias a Cheng-Sih, uno de los primeros recopiladores de folklore de la historia. Se dice que la madrastra torturaba a Yeh-hsien haciendo que se vendara los pies (es un antiguo ritual chino, para evitar que los pies de las jóvenes crezcan y el pie quede muy pequeño, un símbolo erótico, ya que se relaciona la inhibición del crecimiento del pie con la hipertrofia de los órganos sexuales) y que la obligaba a realizar tediosas tareas del hogar, entre ellas, sacar agua de un pozo muy profundo y peligroso, del que Yeh-hsien un día saca un pez. Se trata de un pez mágico, que crece a medida que ella lo cuida. Pero la madrastra, que descubre al pez, acaba con él y se lo come (comer pescado es símbolo de buena suerte para la cultura china). Yeh-hsien lleva entonces las espinas del pez a su cuarto y son estas espinas las que proporcionan vestidos, joyas y preciosas sandalias de oro.
Aunque se dice que en la historia más primitiva no es un rey ni un príncipe quien encuentra la sandalia, sino un rico mercader quien se casa con Yeh-hsien una vez que encuentra a la dueña de la sandalia.



Aunque hay al menos setecientas versiones distintas de la Cenicienta, incluyendo versiones persas, coreanas, rusas y mexicanas, reseño únicamente las que me han parecido más interesantes:

Rashin Coatie, la Cenicienta escocesa, es ayudada por un carnero que la alimentaba cuando su madrastra se negaba a hacerlo (también representa el espíritu reencarnado de la madre) ¿No recuerda mucho esta historia a un mito griego?
Efectivamente: Frito y Hele eran los dos hijos de Atamante, el rey de Tesalia. Una vez muere su mujer, Atamante contrae segundas nupcias con Ino y cuando el reino sufre una grave hambruna, la madrastra de ambos niños decide sacrificarlos para que no mueran de hambre (lo que se relaciona también con el cuento de Hansel y Gretel) pero Hermes salva a ambos niños dándoles un carnero alado con el vellocino de oro, los niños usan el carnero para huir a Asia, por lo que evitan que Ino les dé muerte.
Aunque la madrastra del cuento escocés mata al carnero, los huesos del animal le conceden deseos a Rashin. El resto del cuento, zapato incluido, se asemeja mucho al resto de las versiones.  

Se habla de un cuento egipcio donde una esclava, llamada Rodophis se convierte en la concubina del faraón tras encontrarla éste a través de una sandalia que el dios Horus en forma de Halcón habría dejado caer en su presencia.
Safo, la poeta griega se refiere a esta historia y la protagonista de este cuento podría haberse confundido con Nitocris, ya que Heródoto y otros historiadores se refieren a ella como "la de mejillas sonrosadas" (Rodophis en griego, significa "mejillas sonrosadas").
Se dice de Nitocris que gobernó Egipto durante doce años y construyó la tercera gran pirámide (la que está dedicada a Mikerinos, precisamente el faraón que aparece en el cuento de Rodophis).

Las sirvientas gritaron que ella era esclava y que ni siquiera era egipcia. El faraón respondió “Ella es la más egipcia de todas… sus ojos son verdes como el Nilo, su piel es tan suave como el papiro, y su color es el rosa de la flor de loto”.

En la versión rusa, el espíritu de la madre se manifiesta a través de una muñeca de madera (recuérdese la gran tradición rusa de las muñecas), en la India, a través de una vaca que la madrasta mata, con lo que además del maltrato a su hijastra, la mujer ya ha cometido un crimen contra la religión (la vaca es un animal sagrado en la India). En la versión irlandesa, el protagonista es un muchacho en lugar de una joven.

Aunque existen innumerables versiones del mismo cuento, cada tradición ha adaptado una historia con las mismas constantes a su propia cultura y folklore, sin quitarle la esencia pero haciéndola propia.
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3 comentarios :

  1. Sempre m'ha paregut fascinant la capacitat natural de la literatura oral (i per tant de la literatura popular) per la intertextualitat.

    En aquest cas concret, és increïble com, des d'Egipte, Corea, Xina o EUA (recordem la Ventafocs de Disney), totes les històries comparteixen un fons comú.

    M'ha agradat molt la referència que fas a la cultura oriental. De fet, crec que l'Occident europeu té un substrat oriental (de l'Orient Llunyà) que encara hem de descobrir. Em sembla que les influències xineses són anteriors als viatges del Marco Polo.

    Seria interessant retraçar un itinerari d'aquestes influències al llarg de la nostra història literària. Com ha passat des de l'Antiguitat, a través de perses i grecs, tot aquest món, a la nostra cultura.

    Una prova més de la complexitat de la literatura, molt anterior a l'arribada de l'Internet! :)

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  2. M'apasiona la intertextualitat als textos, sobre tot els contes i les narracions orals d'aviat. Hi estic d'acord amb allò del substrat oriental i també amb allò de Marco Polo (El gran viajant fa referència al paper xinés i a altres invents que encara no havien arribat a Europa als seus "Viatjes".

    Si he de ser sincera, més que l'orinetal en general, a mi m'encanta la cultura japonesa, no obstant, tota aquesta està imbuida de la xinesa, així es que podriem admitir que, amb la seua influencia actual (encara que no es puga parlar d'una influencia cultural, sino només económica) la Xina no fa altra cosa que recuperar tot el que ja havia influenciat segles avans.

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  3. Lea Cenicienta y el trovador se lo aconsejo y no por ser el autor sino de todo corazón. Gracias Vea la sinopsis. http://myBook.to/cenicientayeltrovador

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